Soy enfermera de profesión y vocación, pero más allá de los títulos, mi verdadera pasión es ayudar a las personas a reconectar con su salud y bienestar, de una manera que realmente les haga sentido.

Sé que el camino hacia una vida saludable no siempre es sencillo. Está lleno de desafíos, momentos de incertidumbre y emociones encontradas. Yo misma, a pesar de ser una firme defensora del autocuidado, he pasado por etapas donde todo parecía tambalearse. Y es justamente por eso que estoy aquí.

Hubo un tiempo en el que, como enfermera, me sumergí tanto en mi trabajo —noches interminables, turnos que se encadenaban uno tras otro— que terminé descuidando lo más importante: mi propia salud. El estrés acumulado me llevó a enfrentar problemas digestivos, hormonales e inmunitarios. Iba de consulta en consulta, buscando respuestas, pero ninguna parecía llegar. Hasta que comprendí que la solución no vendría desde fuera. Estaba en mí. En aprender a cuidarme, en invertir tiempo para escuchar a mi cuerpo y darle lo que necesitaba.

Sé que no siempre es fácil. En la vorágine del día a día, muchas veces olvidamos priorizarnos. Pero estoy aquí para recordarte que, aunque el camino sea complicado, siempre es posible empezar de nuevo, con pequeños pasos, con gestos que parecen simples, pero que tienen un impacto profundo. Porque al final del día, cuidar de ti no es un lujo, es una necesidad.